MAAC, EL PUNTO DE ENCUENTRO CON NUESTRAS RAÍCES
Un cielo azulado, el sol destellando y la brisa que agita los frondosos árboles pueden ser el impulso perfecto para emprender la búsqueda del conocimiento.
Siendo aproximadamente las doce del día, el deber de escribir una crónica llamó a la puerta de mi realidad; así me aventuré llena entusiasmo en un recorrido por el Malecón 2000 en busca de una historia que contar.
Pasado una hora, el sol comenzó a reforzar mi sed desalentando mis pasos, el hambre absorbía mis entrañas al igual que la esperanza de encontrar una experiencia que merezca la pena contar, sin embargo, la energía de los niños y sus ocurrentes peticiones inundaban el ambiente de sonrisas y algarabía, mientras que los adultos contrastaban con paso lento y diálogo pausado.
Aquel público, con la garganta seca, levantó su mirada para visualizar la respuesta a sus plegarias. Se trataba del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) que guarda con orgullo el Malecón 2000 desde su fundación; me vi obligada, por la emoción, a acelerar mis pasos, atravesando una puerta de cristal y recibiendo un aire frío en el rostro; me relajé casi automáticamente para segundos después escuchar la voz de un joven de elegante postura que me recibió con un cordial y amistoso saludo, añadiendo el valor de la entrada y las instrucciones que permitirían disfrutar del recorrido.
Al ingresar por el oscuro túnel, una interesante frase alimentó mi curiosidad.

Dicha frase me invitó a remontarme hacia tiempos pasados y, a la vez, agudizar mi atención para entender cada detalle de la historia. Así empezó la primera exposición de un desconocido recorrido; la cual abrió con unas suaves y armoniosas voces acompañadas del trinar de diferentes especies de aves para, poco a poco, iluminar el escenario que hablaba de los orígenes nuestros antepasados.


Con paso alentado me encaminé para descubrir que me tenía preparado la siguiente exposición; esta vez la entrada nos sorprendió con el fuerte sonido de las olas golpeando la costa.
Seguidas de una voz que narró como la espada española no descansó hasta conseguir el gobierno del territorio huancavilca.

Los escenarios eran demasiado buenos y no descansé hasta recorrer cada una de las exposiciones. Aprendiendo más de la Perla del Pacífico.

PIRATAS EN EL GOLFO


CIUDAD NUEVA Y CIUDAD VIEJA


DE LA AURORA GLORIOSA


DE GUAYAQUIL POR LA PATRIA



